Definición de Paz

¿Qué es la paz?

La palabra paz tiene su origen en un vocablo latino, pax, usado para hacer referencia a un período de estabilidad o tranquilidad. Es en este sentido, la paz es entendida como el resultado de la ausencia de conflictos, sean violentos o no, externos o internos, grupales o personales, caracterizado por una sensación de bienestar y tranquilidad.

Uno de los principales puntos a tener en cuenta respecto a la paz, es que a lo contrario de lo que se cree usualmente, la paz no consiste en un estadío logrado que luego de alcanzado toma un carácter definitivo. Por el contrario, la paz requiere de una actividad constante de uno mismo o de los miembros de una sociedad para preservar este estado. Por esto es necesario trabajar continuamente para lograr la paz, ya que esta nunca es definitiva.

Paz interior

La paz interior está asociada a ideas principalmente religiosas. Desde las religiones más antiguas hasta el cristianismo y el protestantismo, pero principalmente las religiones orientales, todas han hablando sobre la necesidad de encontrarse en armonía con uno mismo y con su entorno.

Para las religiones más primitivas, la paz interior provenía de la armonía y contacto continuo con la naturaleza, fuente del poder que se encontraba en la tierra. Esta paz era entendida como equilibrio, lo que no excluía la guerra, ya que muchas veces esta sensación de equilibrio y bienestar era necesaria para el combate y defensa de la tierra. La religión celta es un claro exponente de esto.

Para el cristianismo la paz interior era el resultado de una vida en gracia, es decir cercana a Dios y alejada del pecado. Con una vida en santidad y un profundo arrepentimiento, las personas lograrán la paz interior, que les permitirá lograr el acceso a la vida eterna luego de su muerte. En este caso, la relación entre paz interior o paz en el mundo es directa para el cristianismo: el mundo no está en paz porque el hombre no vive en paz consigo mismo, ya que lleva una vida pecaminosa.

Dentro de las religiones orientales, tales como el hinduismo o el budismo (aunque esta categorización genera gran debate, ya que es una doctrina filosófica-religiosa, pero sin el carácter teísta típico en Occidente) han dado principal importancia al lugar del individuo en el mundo.

Mientras que para las religiones y doctrinas occidentales el hombre no era un fin en sí mismo, para las religiones orientales es el hombre quien debe entenderse como aquel capacitado para entender el mundo, el universo, y llegar así a la paz interior.

Se cree que esto fue uno de los orígenes del individualismo occidental, aunque esto dista mucho de las enseñanzas de las religiones provenientes de Oriente.

Guerra y paz en las sociedades

Muchos historiadores y especialistas en ciencias sociales dicen que la guerra es tan antigua como la humanidad misma. En los orígenes de la humanidad los conflictos provenían principalmente por la lucha de recursos y territorios.

Con el correr de los siglos y con el avance paulatino de la civilización, la paz fue un concepto cada vez más importante en las distintas sociedades. Sin embargo, esto tiene ciertas matices. Durante la Antigüedad y la Edad Media las guerras fueron tanto frecuentes como cotidianas, donde miles de hombres iban en nombre de su señor feudal, rey o soberano a pelear y morir en su honor.

Fue durante la Ilustración que las ideas de paz tomaron principal importancia. Estos pensadores creían que bajo las luces de la razón y el avance de la ciencia, el mundo se volvería un mundo mejor para todos aquellos que vivían en ellas.

Paz

(Paz)

En palabras de Kant, «la guerra sería una cuestión del pasado», visto como un hecho propio de la barbarie y hombres incivilizados, reinando finalmente la paz. Lamentablemente, esto no fue así, la época del imperialismo europeo y sobre todo el siglo XX han sido las épocas más sangrientas de la historia, con más de cien millones de muertos en distintos enfrentamientos militares.

Luego de la experiencia traumática de las dos guerras mundiales, el mundo parece encontrarse un estado de paz y tranquilidad. De hecho, la creación de las Naciones Unidas y muchos organismos han servido para establecer la paz entre naciones.

A pesar de esto, lamentablemente hay zonas que siguen en conflicto, como por ejemplo Medio Oriente, zona que históricamente nunca ha conocido la paz como tal. Los atentados terroristas y las zonas de conflicto como la franja de Gaza muestran que todavía hay mucho camino por recorrer para llegar a la paz.

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